Con el paso del tiempo, el pecho de las mujeres puede variar debido a factores como los embarazos, la lactancia, la ganancia o pérdida de peso… Esto puede provocar variaciones en el volumen, la turgencia y el aspecto general de los senos.
Una de las cirugías plásticas más comunes entre las mujeres para hacer frente a estos cambios es la cirugía mamaria de aumento y de reducción. Se trata de una intervención que no solo tiene beneficios estéticos sino que, en muchas ocasiones, lleva asociados también beneficios que afectan a la salud. En el artículo de hoy hablamos sobre los tipos de cirugía mamaria. Además, explicamos cómo es el proceso quirúrgico y las similitudes y diferencias entre el aumento y la reducción mamaria.
Tipos de cirugía mamaria
Las mujeres que recurren a una cirugía mamaria pueden hacerlo o bien para reducir sus pechos, normalmente por motivos de salud como dolores de espalda, o bien para realizarse un aumento mamario.
Cuando realizamos una cirugía mamaria es imprescindible determinar las metas y expectativas del paciente, así como valorar la forma y el tamaño de su cuerpo y sus senos para desarrollar un plan personalizado antes de la cirugía.
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Cirugía mamaria de aumento con o sin implantes:
Esta intervención busca conseguir un incremento del volumen del pecho. Para ello, podemos utilizar implantes, realizar una lipoestructura mamaria donde se recoloca la grasa de la zona o combinar ambos procedimientos.
Por un lado, en el caso de la cirugía de aumento con implante es muy importante la decisión del tipo de implante, el material, el tamaño, la forma… que vamos a utilizar, ya que de él dependerá en gran medida el resultado final del seno.
Por otro lado, la lipoestructura mamaria es una técnica que consiste en la transferencia de adipocitos o células grasas del propio paciente desde un lugar a otro del organismo, actuando como tejido de relleno. Esta técnica permite aumentos pequeños o moderados y con ella se consiguen resultados muy naturales evitando el uso de implantes.
Los beneficios de una cirugía mamaria de aumento son, normalmente, puramente estéticos. Sin embargo, pueden estar relacionados también con beneficios como la mejora de la autoestima, aumento de la confianza…
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Cirugía mamaria de reducción:
La mamoplastia de reducción o reducción mamaria es el procedimiento que tiene como objetivo reducir el tamaño de las mamas mediante la eliminación de grasa, glándula mamaria y piel.
Los beneficios de esta cirugía suelen estar asociados a la salud, ya que las pacientes buscan, normalmente, aliviar el dolor de espalda causado por el peso de unos senos demasiado grandes. Por otro lado, entre los beneficios estéticos, es importante conseguir unas mamas de menor volumen que las originales, que sean bonitas y estén proporcionadas con el tórax y el cuerpo de la persona.
Proceso quirúrgico
El proceso de realización de ambas cirugías es bastante similar y se divide en tres pasos: preoperatorio, intervención y recuperación o postoperatorio.
Las recomendaciones preoperatorias, una vez el especialista ha determinado cómo va a ser la operación y ha fijado fecha para la operación, son las siguientes:
- Lavar la zona con jabón antiséptico.
- No tomar aspirinas y otros antiinflamatorios durante los 7-10 días previos a la operación.
- No fumar en los días previos y posteriores.
La intervención tiene una duración aproximada de entre 2 y 3 horas. Sin embargo, dependerá de la situación de cada paciente y de las dificultades que presente. Además, el tipo de cicatriz más común en la reducción mamaria es la T invertida + periareolar, ya que es muy estética y si se siguen los cuidados de la piel recomendados apenas se notará pasado un tiempo. Sin embargo, en el aumento mamario la más común es la incisión en el surco submamario, ya que es una zona muy oculta que queda en el pliegue. Otra cicatriz muy común en esta intervención es la que se produce cuando realizamos la incisión en el borde de la areola. No obstante, en nuestra clínica apostamos normalmente por la incisión en el surco submamario, ya que en caso de que tengamos que realizar una segunda operación podremos reutilizar la cicatriz.
Respecto al postoperatorio, nuestros pacientes, tanto en una cirugía de aumento como de reducción, normalmente llevan un sujetador específico que deben mantener de 3 a 5 días. Pasado este tiempo, tendrán que seguir llevándolo durante el primer mes pero pueden retirárselo para realizar rutinas de aseo como ducharse. Un factor muy importante es que no utilizamos ni drenajes ni vendajes, ya que apostamos por este sujetador que colocamos nada más terminar la operación.
Además, mientras que en una intervención de aumento mamario colocamos una pequeña gasa en cada una de las heridas, en la reducción mamaria colocamos una compresa quirúrgica debajo del sujetador para evitar que se manche o se produzcan rozaduras.
En nuestro equipo valoramos individualmente cada paciente, considerando de forma conjunta sus expectativas, los aspectos que más le preocupan o molestan del pecho (volumen, grado de descolgamiento, tamaño de las areolas) y su constitución, para desarrollar un plan personalizado antes de la cirugía. Además, realizamos un seguimiento de los resultados postoperatorios para asegurar que las expectativas marcadas se consiguen.
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